Movimiento «sobaquember»: depilación como elección y no como imposición

Yolanda Marín Ventura

(@YolandaMV94 o @YolandaUV en Twitter)

Las mujeres deben depilarse bigote, axilas, ingles, piernas y, si hace falta, también brazos. Los hombres pueden depilarse o no, según les apetezca (unos dirán que son más limpios si se depilan y otros que el verdadero macho ibérico lleva pelo en pecho).

Anuncio en Harper's Bazaar (1915). Fuente: 20minutos.es

Anuncio en Harper’s Bazaar (1915). Fuente: 20minutos.es

Esa es la idea que tiene la sociedad sobre la estética corporal. Pero esto es solo una tendencia que viene impuesta desde hace relativamente poco:

La depilación corporal comenzó a mediados del siglo XX, cuando el vestido de tirantes se erigió como rey de la moda, dejando al descubierto partes del cuerpo femenino que hasta entonces habían permanecido tapadas: las axilas, las piernas y las ingles. Esta moda no pasó desapercibida para grandes comerciantes, que aprovecharon esto para promocionar polvos depilatorios. Estas campañas publicitarias se hicieron tan frecuentes que acabaron por imponer la depilación entre las mujeres hasta el día de hoy.

Desde hace apenas unos años también se ha puesto de moda la depilación masculina, dejando a un lado el tabú de que los hombres de verdad son los que llevan pelo en pecho. Sin embargo, aunque esta tendencia ha tomado fuerza en los hombres, no se ve como una imposición social, sino como una elección que ellos mismos hacen. Así, cuando vemos a un hombre con vello corporal puede parecernos más estético o menos, pero no nos resulta extraño.

Aquí vemos un tipo de discriminación. Puede parecer una estupidez y algo que no debe tomarse en consideración, ya que hay temas mucho más importantes que tratar. Pero esto es un buen ejemplo de que hay infinitas formas de sexismo fuertemente arraigadas en la sociedad y que pasan desapercibidas.

#sobaquember según Lena Prado. Fuente: Twitter

#sobaquember según Lena Prado. Fuente: Twitter

Pero esto ya lo han percibido las participantes del movimiento #sobaquember en Twitter, según el que dos mujeres, @luzhilda y @Lena_Prado, invitan a las mujeres a colgar durante el mes de Enero “selfies” en Twitter mostrando las axilas sin depilar.

Esta iniciativa es un alegato contra la depilación  femenina por imposición. La iniciativa, como era de esperar, ha generado polémica: sus seguidoras reciben críticas de personas que las califican de «cerdas, marranas y marimachos».

Paloma Goñi trata muy de cerca el tema en su blog Aires de cambio , ya que ella misma ha dejado de depilarse. Paloma encontró un estudio realizado por Breanne Fahs, una profesora de Estudios de Mujer y Género en la Universidad Estatal de Arizona (EE.UU.). El objeto de estudio fue la experiencia de sus alumnas tras pasar 10 semanas sin depilarse. La experiencia dio como resultado que todas las alumnas habían sufrido una «sorprendente presión social y familiar por no depilarse y habían sido víctimas de todo tipo de comentarios despectivos».

Sin embargo, cuando la acción de no depilarse es realizada por famosas la cosa cambia. Sophia Loren, Julia Roberts y Penélope Cruz son algunas de las famosas que han roto en alguna ocasión con la rutina depilatoria. Ya sea por exigencias del guión o por acabar con el cánon de belleza impuesto, podemos decir que estas famosas forman o han formado parte del movimiento «sobaquember». Sí, muchas personas opinarán que estarían mejor sin vello, pero lo que está claro es que su estatus de famosas es una ventaja a su favor para que nadie las discrimine.

El diario 20Minutos realizó una encuesta para tratar el asunto. La opción más escogida fue que «la depilación tiene que ser una elección y no una imposición social», seguida muy de cerca de «mal, me parece feo y anti-higiénico». La opción «bien, no me parece feo una mujer sin depilar» apenas obtuvo un 8% de votos. Viendo el resultado parece ser que nos mostramos «tolerantes» frente a la no depilación ajena, pero no somos lo suficiente como para aplicárnosla a nosotros mismos.

Que quede claro que esto no es una crítica a quienes dicen «sí, me parece muy bien, pero yo seguiré depilándome», porque yo pertenezco a este sector. La crítica va destinada a quienes no toleran esta iniciativa y atacan a quienes la realizan.

Personalmente me siento mucho más cómoda cuando voy depilada. Sé que esto es así por la imposición social que se nos viene inculcando desde siempre: un par de pelos en las rodillas ya son un motivo para llevar pantalones largos. Sin embargo, me parece perfecto que haya voces discrepantes que reivindiquen la libertad de decidir si debemos depilarnos o no. Porque esto debería ser una elección y no una imposición.

Yo seguiré depilándome, pero porque esta es mi elección. Pero si veo a una mujer con vello en las axilas, en las ingles, en las piernas,… no será motivo de burla ni discriminación por mi parte. De hecho la veré como una mujer valiente, ya que actualmente la sociedad parece no estar preparada para una ruptura de esta imposición social y no logrará comprenderla.

Además, quién sabe si estas valientes no marcarán tendencia en futuras temporadas…

Fuentes:

20 minutos

Aires de cambio

Chance

jovenyguapa.com

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